Se deja el maíz remojando en agua de un día para otro, y luego se muele, quedando una arenita. Aparte se pone a hervir la leche con la panela. El maíz se deshace en un poco de agua, luego se cuela. Cuando la leche este hirviendo se vierte el liquido que lleva la harinita y comienza a batir, hasta que endurezca, y por último se le agrega clavos y canela al gusto.

Fuente: Luz Adriana Pérez Rivera